“El niño reconstruye conocimiento por lo
tanto la tarea docente debe estar centrada en transmitir conocimientos actuales
y relevantes para que nuestros alumnos sean creativos y tengan espíritu crítico,
teniendo en cuenta que vienen con marcas que les dejaron los docentes ,
acontecimientos o circunstancias que fueron vivenciando en su trayectoria
educativa ( familia, escuela, sociedad)” Emilio Fanfani
Huellas que hemos dejado al andar, huellas que otros han dejado en nuestro
andar.
Buscar otras huellas, reconocerlas, seguirlas... Explorar caminos andados …
Cuando tomé la decisión de escribir sobre las Huellas
pedagógicas , comencé buscando significados de la misma:
Huella:
·
Procede
del verbo hollar que puede traducirse como “pisar dejando una marca en el
suelo”.
·
Es
la marca que deja la yema del dedo en un objeto al tocarlo.
·
Es
un indicio o alusión.
·
Es
un rastro o vestigio dejado por alguien o algo.
Y entonces me
puse a escribir en clave de huellas, en principio desde este significado “Rastro o vestigio que es dejado por
alguien o algo.”
Las huellas
que me marcaron o que están presentes
cuando me paro a dar clases, considero que son marcas que me motivaron a ir más allá, a
romper estructuras, a pensar desafíos, a creer que se puede. Me
permitieron poder pensar la enseñanza desde las posibilidades de cada uno, con
el objetivo en lo posible, de evitar fracasos, o la tan mencionada profecía
auto cumplida.
Mis marcas, mis huellas, me permitieron acomodarme y adaptarme a la nueva forma de vida de mis alumnos.
Mis marcas, mis huellas, me permitieron acomodarme y adaptarme a la nueva forma de vida de mis alumnos.
Considero entonces que las huellas nos permiten
armar trayectorias que no estén desiertas de iniciativas, nos permiten tener
cierto grado de certidumbre en lo que le planteamos a nuestros alumnos, en cómo
le enseñamos a mirar e intervenir .
Releer lo andado para escribir lo posible.
“Procede
del verbo hollar que puede traducirse como “pisar dejando una marca en el suelo”.
Huellas, pisadas ,marcas
para pensar con otros, se han vuelto sinónimo de una época entrañable,
intensa, preparada, esperada, disfrutada
por cada una de las alumnas que me dejaron sus testimonios.
Al compartir tiempo con nuestra co-formadora nos sorprendió la
manera en la que organiza sus clases , materiales , tiempo y proyectos con
otras docentes del establecimiento. Destacamos la forma en la que nos
integraron al grupo.
Con respecto al trabajo en equipo, los alumnos solían trabajar en
pareja con su compañero de banco . La docente utilizaba siempre la misma forma
de agrupamiento. En una de nuestras clases, para salir de lo rutinario del
grupo, pedimos a los alumnos que se reúnan en grupos de 5 integrantes, de esta
manera propiciamos el intercambio de compañeros, para que así puedan
relacionarse más.
Palabras,dichas, oídas, imitadas
y repetidas ad infinitud, hasta que
llegamos a percibirlas como evidencias de que al acercarnos no quedan impunes a
nuestro acercamiento ( Molina 2014).
Las huellas son en función de lo que nos pasa, o
lo que nos acontece, o lo que nos llega, y deben permitir que sucedan o
acontezcan nuevas cosas que dejen nuevas experiencias permitiendo
conectar lo vivido, con la novedad.
Huellas
en escena
·
Escenas que dicen de nuestras prácticas.
Maestros generosos.
Dan
Dan por dar
Dan porque sí
Dan hasta lo que
No saben que tienen…
Porque confían
Que lo que sus alumnos
Harán con lo que les fue dado
Será tan maravilloso
Que ellos ni si quiera
Pueden imaginarlo.
Pablo Pineau.
El desarrollo de nuestras prácticas de ensayo
se realizó en un segundo grado, caracterizado por un grupo de alumnos que todo
el tiempo nos llevaban a descubrir nuevos desafíos. Ante estas situaciones,
reinó el miedo y la incertidumbre a la hora de llevar a cabo nuestras
enseñanzas. Cabe destacar la importancia de una compañía pedagógica que ayudó a
mirar con otros ojos nuestras prácticas.
Durante los primeros días de observación
logramos acercarnos al grupo, conocerlos y generar ante ellos un vínculo
afectivo y sano que propició el desarrollo de las prácticas posteriores. Es
importante aclarar que la ayuda de la coformadora fue muy importante, ya que
nos motivó, nos relajó y nos brindó su espacio para que con total libertad
podamos desarrollarnos como futuras docentes.
Aludiendo a Machado nos recuerda que el camino se hace al
andar y ahí aparece la figura del caminante, quien va dejando huellas en la trayectoria del otro.
Encuentro en Philippe
Meirieu ( Frankestein educador 1996) que la
intervención de todo docente en la formación del “ Docente principiante” tiene
que ver con pensar que “en el fondo, lo que he hecho, lo he hecho para
eso, para que los hombres iguales a mí se lo apropien, me despojen de ello, en
cierto sentido y puedan decir a su vez ese ” cuadro es mío”, ese alumno tiene mi
rastro, coincidimos en ciertas prácticas educativas
Retomo esta frase: “la ayuda de la coformadora fue muy importante”. La decisión de mirar desde
este lugar es precisamente lo que les permitió superar lo que viene dado en cuestiones
pedagógicas, para posibilitar que cada
cual pueda cambiar, hacer sitio, y prenderse de preguntas que puedan dar
respuestas a saberes verdaderos y significativos.
Tejiendo humanidades”
·
“ Es la marca que deja la yema del dedo
en un objeto al tocarlo”.
Llegamos
a lugares que no están lisos, que no son homogéneos, no están en blanco, están
cargados de percepciones, pasiones, representaciones, están pues preñados de
representaciones, marcas , huellas.( Molina 2014)
En definitiva, se trata de “Crear
lazos entre el que llega y el que esta allí, salir del enfrentamiento entre el
amo y el esclavo. (Philippe Meireu 1996)
El primer
día que llegamos a la escuela no sentimos realmente que tuvimos el
acompañamiento adecuado y esperado. La secretaria que nos atendió no sabía que
iríamos, nos dio unas indicaciones y nos dejó que nos orientemos solas hasta el
aula. A este punto, nosotras no sabíamos dónde era el aula, si podíamos entrar
o no, si la docente estaba y nos podía atender. Debimos preguntar a una
asistente escolar y ella nos orientó. Esa primera experiencia nos desconcertó
ya que no sabíamos qué hacer ni con quien hablar. Pero luego, todo cambió. La
docente nos recibió agradablemente y nos explicó la forma de trabajo de la
escuela (vestimenta, horarios, planificación, etc.). A la hora de presentarnos
a los otros docentes y a los directivos, ellos se interesaron por nosotras y,
nos acompañaron y ayudaron en todo lo que necesitamos a lo largo de nuestras
prácticas, haciendo de esta experiencia un grato momento.
Retomo este significado para poder pensar en
este testimonio
“ rastro o vestigio que es dejado por alguien
o algo” debemos pensar esas marcas en función de variaciones, resonancias, que
cambian la interpretación y la intensidad de quien está del “ Otro lado”y que
transforman la experiencia de adentrarse en el conocimiento en una aventura que
se hace relato sujentando esas marcas
.
CONCLUSIÓN.
Se puede decir que
hay palabras, mensajes, miradas que dejan huellas, marcas, surcos…
Las huellas sirven para atrapar momentos que dejan marcas ¿ Esto es
bueno o malo?
De toda una vida de transitar aulas, como alumna y como
docente, quedan un manojo de palabras,
recuerdos, nostalgias. que me
permitieron, re-aprender a escuchar, buscar , reciclar momentos.
En este proceso de escritura recordé una carta que escribí
hace ya unos años
Desde este lugar, entiendo con el
corazón ante todo y después sí, también con la razón, que enseñar implica un
desafío constante, un conectarnos a diario con nuestros registros, esquemas,
saberes para poder ampliar nuestra mirada, argumentar nuestra práctica diaria
desde acciones concretas que habiliten el pensamiento crítico, la creatividad,
el gusto y el placer de encontrarnos a diario en las aulas.
Pensar las trayectorias en relación a la idea de camino, de
pisadas, de interrupción, de atajo, de desvío,
al decir de Nicastro 2016, es poder entender
que no debemos ser meros archivistas de
lo que fuimos viviendo, ni solo cronistas
Me propongo
entonces, generar un tiempo para
recuperar las huellas de lo escolar, sobre las trazas
que dejé, dejo y dejaron en mi los
haceres pedagógicos cotidianos y volverlos expresiones eficaces de una escritura para dar de leer a otros
colegas, para enriquecernos, para acompañarnos en esto de comenzar a desandar la
palabra Huellas.. Pero, lo concreto es que parto de un convencimiento: Hay en las
trayectorias de todos los docentes momentos intimos, únicos que impactan de
lleno en nuestra memoria.
Si pienso que las trayectorias educativas dejan huellas y
que esas huellas pueden crear lazos, dejar un plus , crear un entre , recupero
este diálogo entre el Principito y el zorro
-No puedo jugar contigo -dijo el
zorro-. No estoy domesticado.
-¡Ah! Perdón -dijo el
principito.-[…]¿Qué significa “domesticar”?
-Es una cosa demasiado olvidada.
Significa “crear lazos”.
-¿Crear lazos?
Momentos que están impregnados y preñados de Huellas, que
me permiten asociar, las huellas con “ Domesticar” “ Crear lazos” con de lo que ocurre y con los efectos
colaterales de los vínculos pedagógicos que se ponen en marcha. Otras veces
están ahí, como esperando una pista para dejarse sentir, se resisten a perderse en el olvido , porque
en palabras de Carlos Skliar lo viejo
esta lejos de ser antiguo o anacrónico.
Entiendo que las
huellas nos ayudan a sujetar momentos de encuentro para que lo novedoso no nos
haga perder los rastros de otros tiempos, de otras personas, de
otros libros, otras palabras, de otros lugares.
Huellas se hacen , se dejan , se añoran. Muchas de ellas
dejan sensaciones de vacío, de perplejidad ante la resistencia del otro y la
lentitud de sus progresos o de apasionamiento cuando las cosas comienzan a
desbloquearse y se siente que se está cerca del éxito…( Frankestein Educador )
Las huellas deben tener resto, deben dar la certeza de un
camino recorrido con otros ,
Las huellas son testimonios que dan cuenta de otro ,
desde su palabra, desde su estar, desde su mirada.
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